David Lynch es de esos directores con los que el término medio encaja más bien poco. Están quienes alaban su cine como arriesgado, personal y transgresor. Y también están los que lo consideran un excéntrico, un loco sin talento que ha hecho carrera a base de la protección de los autoproclamados gurús de la estética cinematográfica que han ensalzado una manera de entender el cine en la que la provocación y el feísmo están por encima de la calidad.
Pues bien, su último proyecto ofrece argumentos de sobra tanto a unos como a otros. Crazy Clown Time es el videoclip que Lynch ha grabado para la canción principal de su disco homónimo, lanzado a finales del año pasado por el sello PIAS. Básicamente, el vídeo son siete minutos de delirio hipnótico en una especie de fiesta juvenil en un patio trasero que se ha ido de las manos. Jadeos, gritos, gestos compulsivos, miradas alucinadas, comportamientos sin sentido, alcohol, topless y fuego. Y todo ello aderezado con una música repetitiva y con el inclasificable falsete del propio Lynch, que en muchas partes del vídeo simplemente subraya con palabras las incomprensibles imágenes que estamos viendo.
Aunque no es un novato en esto de los vídeos musicales (ya ha trabajado para artistas como Michael Jackson o Moby, aunque con unas pretensiones bastante distintas), Lynch ofrece un producto diferente, no apto para todo los públicos (más bien no apto para casi todo el público) y con un sello inconfundiblemente lynchiano, para bien y para mal. Los fans de Eraserhead, Carretera perdida o Mulholland Drive quizá disfruten (o tal vez es mucho decir) con esta exhibición psicótica de lo que las drogas de diseño pueden hacer en nuestro cerebro. Y los que no pueden soportar a David Lynch tienen una pila de argumentos para ponerlo a caldo. Juzgad por vosotros mismos.
Joooooer, jodido lynch como se le va la olla XD
ResponderEliminarSon risas. Me recuerda al baile de terciopelo azul pero esto es más locura