Suele decirse que cuando alguien escribe, cada personaje tiene algo, aunque sea una pizca, de la personalidad del escritor. Creo que es realmente complicado crear un personaje de la nada, a partir de la abstracción más absoluta. Quizá sea más fácil hacer esto en personajes más estereotipados, como el héroe, la femme fatale, el villano, etc., con la facilidad que permite el ir tirando de tópicos como el que recurre a la estampita de San Cristóbal.
Lo verdaderamente difícil es evitar caer en cierto atisbo de autorretrato cuando uno habla de personajes normales, cotidianos. Cuando uno quiere dibujar a un tipo corriente, el típico vecino que nos cruzamos en la calle paseando al perro o saliendo del bar. No tienen superpoderes, ni en su vida pasan cosas extraordinarias ni viajes alucinantes. Entonces es cuando hay que mirar hacia adentro, buscar en nuestro interior la manera de dar forma a esa vida ficticia que estamos creando.
Esta es la idea principal de Desmontando a Harry (Deconstructing Harry, 1997), film en el que Woody Allen se desnuda por completo (metafóricamente, no busquéis la palangana más próxima) y deja que conozcamos a su personaje, Harry Block, a través de los personajes que crea en sus relatos y novelas. En este complicado pero brillante ejercicio metalingüístico, Allen nos presenta a su personaje típico, el neurótico neoyorquino por antonomasia, ateo, divorciado múltiple y putero, pero esta vez contemplado desde numerosos prismas, todos los que conforman los diferentes personajes salidos de su imaginación. Y es que, la conclusión final del relato remite a la esencia de Harry Block: una persona incapaz de funcionar en la realidad, y que sólo encuentra su esencia en la ficción. Hay que reconocer la valentía y la sinceridad de Allen, que no es sino el reflejo de su propio personaje. Como Harry, Woody funciona mejor en la ficción que en la realidad. Todos conocemos a su personaje fílmico (él se encarga de repetirlo película tras película), pero poco sabemos del verdadero Allen. Y lo que podemos intuir de su verdadera personalidad lo acerca, para más inri, al Allen cinematográfico. ¿Estamos ante un ejemplo de persona real fagocitada por un personaje?. No he comido sopas con Woody como para saberlo a ciencia cierta, pero en el caso de la peli de la que hablo, parece que la respuesta es sí. Harry Block se manifiesta a través de diferentes personajes que representan distintos momentos de su vida (e interpretados por actores tan variopintos como Tobey Maguire o Richard Benjamin), acompañado de las mujeres que marcaron su existencia, también disfrazadas con otros rostros. Lo que supuestamente es ficción no deja de ser realidad, porque Harry no puede evitar construir relato tras relato el mismo personaje: él mismo.
La película nos sitúa precisamente en el primer momento de sequía creativa de Harry, cuando no es capaz de tener una idea que valga la pena. Entre las causas de esta sequía está la noticia de que su última novia (Elisabeth Shue) se va a casar con su mejor amigo (Billy Crystal), las desavenencias con su segunda esposa (Kirstie Alley) a causa de su hijo en común, o el inminente homenaje que su universidad le va a realizar. Es especialmente curioso el viaje que emprende Harry hacia su alma mater, a la que llega con una prostituta negra (Hazelle Goodman), un amigo muerto (Bob Balaban) y su propio hijo secuestrado. Por el camino, muchos retazos de la vida de Harry y una visita a su hermana Doris (Caroline Aaron), en la que se produce una interesante discusión sobre religión y judaísmo, otro tema recurrente en Allen.
En definitiva, no sólo estamos ante una sucesión de brillantes toques de humor sin demasiada enjundia argumental, como sucedía en los éxitos de Allen a finales de los '70, como Annie Hall (1977) o Manhattan (1979), sino que también nos encontramos ante una interesante reflexión sobre la existencia, sobre lo que somos y ante todo sobre lo que mostramos a los demás. Desmontando a Harry es, en mi opinión, la mejor película de Allen en los '90, y el mejor título de su director hasta que llegó la sublime Match Point (2005). Para finalizar, os dejo con una frase de la película que comparto totalmente:
"Yo siempre he preferido la ciencia a la religión. Si tengo que elegir entre el aire acondicionado y el papa, por supuesto que me quedo con el aire acondicionado"
FICHA TÉCNICA
Título Original: Deconstructing Harry País: EE.UU. Año: 1997 Dirección y guión: Woody Allen Fotografía (Color): Carlo Di Palma Montaje: Susan E. Morse Dirección artística: Tom Warren Duración: 96 minutos Intérpretes: Woody Allen (Harry Block), Richard Benjamin (Ken), Kirstie Alley (Joan), Billy Crystal (Larry), Judy Davis (Lucy), Elisabeth Shue (Fay)
GALARDONES
- 1 nominación al Oscar (1998): Mejor guión original