La historia de la lucha de los padres de un niño al que diagnostican un tumor cerebral cuando no ha cumplido los dos años puede ser un caldo de cultivo perfecto para buscar, y fácilmente conseguir, el llanto del espectador hasta extremos indecentes. La conjunción de escenas de hospital, noticias que caen como un mazazo, familiares destrozados, música trágica y planos de un inocente bebé al que el destino juega una mala pasada podría ser una bomba de relojería hasta para los espectadores más curtidos y un filón para los fabricantes de pañuelos de papel.
Sin embargo, y a pesar de contar con todos estos ingredientes, Declaración de guerra (La guerre est déclarée, 2011) no es un film diseñado para hacer llorar, por más que inevitablemente lo consiga en ocasiones. Incluso por momentos se llega a dudar de que estemos ante un drama al uso. El gran mérito de Valérie Donzelli es huir de recetas sentimentaloides y construir una película pese a todo optimista, encontrando razones para la alegría incluso en los lugares más recónditos, cuando la esperanza es un hilo tan fino que puede romperse en cualquier momento.
Doble mérito, además, teniendo en cuenta que el film narra la historia real de la propia directora y su pareja de entonces (Jérémie Elkaïm), reunidos de nuevo para recordar todo lo que pasaron a raíz de la enfermedad de su hijo. Un ejercicio catártico que sin duda requiere de mucho valor (o mucho amor) para llevarlo a cabo. Dos personas convertidas en personajes de cuento trágico (Romeo y Julieta), pero cuyo hijo recibe el significativo nombre de Adán, el primer hombre y el origen de la humanidad, destacando así que en lugar de morir estaba destinado a grandes cosas.
Declaración de guerra no es una película sobre la enfermedad, sino sobre cómo se puede afrontar la enfermedad. La terrible noticia es recibida por los progenitores con miedo, con ese terror atávico de los padres primerizos, que ven en cada gesto fuera de lo común de su hijo un motivo de preocupación, confirmada finalmente por la presencia de ese tumor maligno que pondrá a prueba su resistencia. El cáncer les ha declarado la guerra, pero no están dispuestos a rendirse sin presentar batalla. Y el espectador, casi sin darse cuenta, se encuentra de repente a su lado, peleando en la misma trinchera.
Rodada de una manera fresca y sin complejos, la cinta no deja nunca que el drama asuma el protagonismo absoluto. Tan pronto vemos como un médico anuncia que el tumor es extraño y maligno como asistimos a una fiesta en la que los sufridos padres se lo pasan en grande. Y es que nadie sobrevive a esa lucha descarnada sin esos momentos de distanciamiento, de respiro. Momentos tratados con relajación, casi con ligereza, en un estilo muy nouvelle vague que recuerda que la modernidad del cine francés empezó con este tipo de parejas jóvenes y estilosas, aunque esta vez arrastren consigo mucho más que un vacío existencial.
Como en todas las guerras, siempre hay víctimas, y en esta ocasión la víctima es la propia relación de los protagonistas, desgastada por el roce abrasivo de años de lucha sin cuartel. Pero pese a las batallas perdidas, el resultado final es una guerra ganada, un rayo de esperanza materializado en la reunión final de esa trinidad laica que conforma la unión más importante de nuestra especie, la de los padres con los hijos. Y todo gracias a una actitud de pelea permanente contra la adversidad, donde el pesimismo no tiene cabida y donde lo importante es ser consciente de que cada minuto en esta vida es una suerte increíble.
FICHA TÉCNICA
Título Original: La guerre est déclarée País: Francia Año: 2011 Dirección: Valérie Donzelli Guión: Valérie Donzelli, Jérémie Elkaïm Fotografía: Sébastien Buchmann Montaje: Pauline Gaillard Duración: 100 minutos Intérpretes: Valérie Donzelli (Julieta), Jérémie Elkaïm (Romeo), Gabriel Elkaïm (Adam a los 8 años), Brigitte Sy (Claudia Benaïm), Elina Löwensohn (Alex), Frédéric Pierrot (Dr. Sainte-Rose)
GALARDONES
- 6 nominaciones a los César (2012)
- Festival de Gijón (2011): Mejor actor, Mejor actriz, Mejor película
Muy buena película y buena critica.
ResponderEliminarGracias! Yo también me he pasado por tu blog y me ha gustado mucho. Te pongo en el blogroll y a ver si nos visitamos a menudo. Un saludo!
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