Debo reconocer que soy de esas personas (no sé si habrá muchas o no) que no se cansan de recomendar a todo el mundo Los Cronocrímenes (2007), la ópera prima del cineasta cántabro Nacho Vigalondo. Por unas cosas o por otras pasó bastante inadvertida por la taquilla española, seguramente aplastada por la presencia de blockbusters de mucho más renombre o, más probablemente, por la reticencia de muchos ante un producto de ciencia-ficción made in Spain, dos conceptos que hacen que más de uno acabe frunciendo el entrecejo y soltando algún comentario sarcástico para después afirmar que nunca gastaría su dinero en ese tipo de productos.
Sin embargo, si superamos los absurdos prejuicios iniciales, el film no decepciona en absoluto. Todo lo contrario, Los Cronocrímenes es la perfecta demostración de que es posible realizar una gran película con muy pocos medios. Sólo es necesaria una gran idea, y la de Vigalondo lo es, y la lleva a cabo además de una manera a mi gusto muy acertada. El hecho de que sea una película de género podría haberle tentado a buscar demasiadas vueltas de tuerca y centrarse en el aspecto de los efectos visuales, lo que (dado el presupuesto de la cinta) habría derivado en un subproducto de serie B, de los que proliferan (este vez sí, para mal) en nuestro cine patrio. Sin embargo, Vigalondo huye de los trucos y de la pirotecnia, y para contar su historia sólo necesita cuatro actores (en realidad tres, porque el cuarto es él mismo) y como mucho una buena dosis de maquillaje en el final de la película, muy bien conseguido por cierto.
La puesta en escena, casi minimalista y sin clichés del género, contrasta con la complejidad del guión, una complicada historia de viajes en el tiempo y paradojas de la predestinación, que resulta a veces complicada de seguir y termina de una forma muy abierta, sin resolver la mayoría de aspectos de la trama. Es de destacar la interpretación de Karra Elejalde (uno de los actores fetiche de Julio Médem, y que mejor se dedique a actuar que a dirigir, así nos evitaría títulos como Año Mariano (2001) o Torapia (2004), que podrían haber sido realizados perfectamente por Juanma Bajo Ulloa y no pasaría nada). Elejalde se multiplica en un triple papel (aunque en realidad es siempre la misma persona) y soporta el peso de la historia, cuya emoción se mantiene aunque el espectador conozca a partir de la primera media hora lo que va a suceder. A Karra le secundan Candela Fernández, como su despistada mujer, Bárbara Goenaga como la chica del bosque, vital en la trama, y el propio Vigalondo, en el papel de "mad doctor" cañí.
Los Cronocrímenes tiene su principal virtud en su sencillez, en su falta de pretensiones. Hacer una película sobre viajes en el tiempo puede derivar en discusiones científico-filosóficas sobre el universo (¿eh, H.G. Wells?) que sólo contribuyen a confundir (y a aburrir) al espectador. Pero en esta ocasión, el hecho de viajar en el tiempo queda en un segundo plano, y el verdadero leitmotiv de la cinta es el intento del protagonista de eliminar a sus "duplicados".
Resulta además significativo que este film tardara tanto en encontrar distribución en España, después de haber ganado premios all around the world, en festivales como Amsterdam, Philadelphia o Austin (Texas), e incluso después de haber sido aclamada en el Festival de Cine Independiente de Sundance (donde, por cierto, triunfó pocos años antes otra película semiamateur sobre viajes en el tiempo, Primer (2004)). Parece que los distribuidores en España son reticentes a invertir en cualquier producto que no lleve el nombre de Javier Bardem, Penélope Cruz o Pedro Almodóvar, y por ello estuvo a punto de no llegar a nuestras pantallas esta estupenda película. Y eso que Nacho Vigalondo ha estado nominado al Oscar por su corto 7:35 de la mañana, hace no tanto tiempo.
Con todo, en su periplo en las carteleras pasó sin pena ni gloria. Es la típica película que basa su éxito en el boca-oreja (y no boca-boca como se dice siempre, que eso ya es casi pornográfico), y que llegó casi únicamente a los cinéfilos interesados en el género. Por cierto, que dentro de poco veremos el estreno de lo nuevo de Vigalondo, Extraterrestre (2011), también muy bien recibida allá por donde ha pasado. Para mí, Nacho Vigalondo es uno de los personajes más válidos e interesantes de nuestro cine, y ya es hora de que reciba el reconocimiento que se merece.
FICHA TÉCNICA
Título Original: Los cronocrímenes País: España Año: 2007 Dirección y guión: Nacho Vigalondo Fotografía (Color): Flavio Martínez Laviano Montaje: Jose Luis Romeu Dirección artística: José Luis Arrizabalaga, Biaffra Música: Chucky Namanera Duración: 92 minutos Intérpretes: Karra Elejalde (Héctor), Candela Fernández (Clara), Bárbara Goenaga (La chica del bosque), Nacho Vigalondo (El joven)
GALARDONES
- 1 nominación al Goya (2009): Mejor dirección novel
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