Y no, no se ha muerto nadie, al menos que sepamos. Lo que se ha confirmado es que el actor Eddie Murphy será el presentador de la 84ª edición de la gala de entrega de los premios Oscar la próxima primavera. La noticia venía cocinándose desde el pasado fin de semana, y esta misma tarde la ha confirmado el portal Deadline Hollywood. De este modo, Murphy (nacido en Brooklyn hace 50 años) se convierte en el primer negro desde Whoopi Goldberg en ser el maestro de ceremonias de los premios más importantes de la industria del cine.
En una gala de tanta repercusión mediática y en la que se analiza hasta el más mínimo detalle, el papel del presentador es uno de los más comentados y criticados por la prensa. Lo cierto es que en los últimos años no ha habido demasiado acierto en la elección de los maestros de ceremonias, puesto que ni Alec Baldwin y Steve Martin en los Oscars 2009 ni mucho menos Anne Hathaway y James Franco en los Oscars 2010 cumplieron con unas expectativas que otros predecesores habían dejado altas, como es el caso de Billy Cristal o incluso Hugh Jackman.
Ahora Eddie Murphy tiene la oportunidad de relanzar una carrera que no atraviesa por sus mejores momentos, lo que es decir mucho. El que fuera gran estrella de la comedia de acción en los 80 con la saga Superdetective en Hollywood (y que se empeñó en llevar sus películas a un peligroso grado de vulgaridad y mediocridad desde entonces) ya ni siquiera cuenta con el beneplácito del público y la taquilla. A pesar de ganar el Globo de Oro y estar nominado al Oscar en 2007 por su papel de reparto en Dreamgirls, lo cierto es que Murphy cuenta sus últimos proyectos en el cine por fracasos. Veremos si ser el gran protagonista en la gala de la Academia vuelve a ponerle en el candelero. De todas formas, yo seguiré prefiriendo siempre a Ricky Gervais.
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