Esta misma mañana se daban a conocer las películas que participarán en la sección oficial del próximo Festival de Cannes (15-26 de mayo). Un listado potente que incluye los últimos trabajos de nombres como Baz Luhrman, los hermanos Coen, Asghar Farhadi, James Gray, Jia Zhang-Ke, Hirokazu Kore-eda, Takashi Miike, François Ozon, Alexander Payne, Roman Polanski o Steven Soderbergh.
En esa competición por la Palma de Oro estará también Nicolas Winding Refn, que ya la ganó en 2011 gracias a Drive, la primera incursión en el cine estadounidense de este director nacido y afincado en Copenhague. Drive supuso la consolidación de Winding Refn a nivel internacional, siendo una de las películas clave de los últimos años y que de alguna manera ha reformulado los cánones del cine negro y el thriller de acción, encaminándolos hacia una mayor abstracción y estilización.
El trailer de Only God Forgives (2013) deja claro el tono que nos vamos a encontrar en la película: una historia de venganza y ajuste de cuentas cuyos personajes se arrastran inexorablemente hacia el abismo. Es decir, las constantes habituales del cine de Winding Refn, que empezó retratando los bajos fondos de su Copenhague natal en la trilogía Pusher y que después ha trasladado los mismos estilemas a Los Angeles en el caso de Drive y ahora a Bangkok en Only God Forgives.
Para esta película vuelve a contar con Ryan Gosling, principal responsable del buen funcionamiento de su film anterior, al aportar ese perfecto equilibrio entre su rostro angelical de yerno perfecto y ese lado oscuro de violencia latente que puede explotar en cualquier momento. En el caso de esta cinta, Gosling debe ajustar cuentas con Chang (Vithaya Pansringarm), responsable de la muerte de su hermano, por encargo de su madre (Kristin Scott Thomas), una poderosa jefa mafiosa. Ya sólo hay que esperar un mes para poder ver este nuevo trabajo de uno de los directores más estimulantes del panorama actual.
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