Recién llegada del Festival de Málaga (donde ha participado en la sección oficial) y también de la última Berlinale, Adiós a la reina (Benoît Jacquot, 2012) pretende ofrecer una perspectiva diferente de un hecho mil veces retratado por el mundo del cine. Los inicios de la Revolución Francesa y la ejecución del rey Luis XVI y su esposa María Antonieta han sido muchas veces plasmados en la pantalla, pero en esta ocasión el film se narra desde el punto de vista de las damas de compañía de la reina (Diane Kruger), unas espléndidas Léa Seydoux y Virginie Ledoyen. Una buena oportunidad de acercarse al drama histórico desde sus intrahistorias, donde lo más importante sucede dentro de los salones de palacio y donde los sentimientos de nobles y plebeyos se igualan.
American Pie: El reencuentro (American Reunion, 2012)
Parece mentira, pero ha pasado más de una década desde la primera American Pie (1999), aquella película gamberra que resucitó el género de comedias de adolescentes pasados de hormonas que tanto ha influido (para bien o para mal) en los títulos posteriores. Aquel film tenía una frescura que se fue perdiendo poco a poco en las consiguientes secuelas, y que intenta recuperar ahora en este reencuentro que más bien interesa sólo a los fans más acérrimos. Los entonces púberes son ahora adultos, y aunque algunos como Jim (Jason Biggs) y Michelle (Alyson Hannigan) han sentado la cabeza y están felizmente casados y con un bebé, otros como el incorregible Stifler (Seann William Scott) siguen sin superar ese complejo de Peter Pan, sólo que con treinta años resulta algo más penoso que con diecisiete. Dirigen la función Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg (Dos colgaos muy fumaos: Fuga de Guantánamo).
El hombre sin pasado (Ajeossi, 2010)
El cine coreano es especialista en elaborar thrillers policíacos con un resultado sobresaliente. Véase si no ejemplos como The Yellow Sea (Na Hong-jin, 2010), I saw the Devil (Kim Jee-woon, 2010) o The Chaser (Na Hong-jin, 2008), todos ellos herederos de las magistrales Old Boy (Park Chan-wook, 2003) y Memories of Murder (Bong Joon-ho, 2003). El hombre sin pasado (Lee Jeong-beom, 2010) retoma los clichés del género (un ex-policía solitario y atormentado, el sórdido mundo de la mafia y el tráfico de drogas, una niña inocente que proteger) y configura una película hipnótica y de estilizada violencia, donde no hay apenas momentos para el respiro o la complacencia.
Les Lyonnais (2011)
Olivier Marchal es un director francés que a lo largo de su aún breve filmografía ha explorado el género del thriller policíaco y gangsteril, lo que en el país vecino lleva la etiqueta de polar. Con Les Lyonnais la crítica coincide en que Marchal ha hecho su mejor película, un retrato redondo de las andanzas de una banda criminal en los años 70, cuyo relato discurre en paralelo al momento actual, en el que el cabecilla de la banda (Gérard Lanvin), ya retirado, se plantea sacar de la cárcel (con el riesgo para su familia que ello conlleva) a su antiguo compañero (Tchéky Karyo), detenido tras años escapando de la justicia. El film dibuja de forma fría y árida el mundo del crimen y las relaciones familiares y de amistad, en un tono que hará las delicias de los amantes del género.
Los diarios del ron (The Rum Diary, 2011)
Como ya hiciera en Miedo y asco en Las Vegas (Terry Gilliam, 1998), Johnny Depp se vuelve a poner en la piel del peculiar periodista y escritor Hunter S. Thompson en Los diarios del ron (Bruce Robinson, 2011). Esta vez la película viaja a los primeros pasos de Thompson (bajo el trasunto de Paul Kemp) como periodista, en un diario de Puerto Rico en los años 50. Allí vive una serie de peculiares aventuras acompañado de unos personajes a cada cual más estrambótico. Psicodelia, sexo, drogas y alcohol, mucho alcohol en este film que retoma el imaginario de uno de los escritores más personales de la literatura del siglo XX y en el que destacan secundarios como Aaron Eckhart o Giovanni Ribisi.
Safe (2012)
Vistas las promos en televisión, resulta inevitable imaginar esta Safe (Boaz Yakin, 2012) como una secuela más de la saga Transporter. En la película que nos ocupa tenemos a un Jason Statham con impecable traje negro y la misión de proteger a alguien de una incontable horda de enemigos a los que derrotar de las formas más variopintas y espectaculares. En esta ocasión, la protegida es una niña pequeña de origen asiático con unas facultades mentales prodigiosas, y que ha memorizado un código que persiguen las triadas chinas, la mafia rusa y hasta la policía de New York. Así que Jason Statham se las tiene que ver con todos para proteger a la niña y evitar que el código caiga en malas manos. Así de fácil y así de complicado a la vez.
Y ADEMÁS...
Completamos el repaso a la taquilla de esta semana con tres estrenos españoles. En primer lugar tenemos Wilaya (Pedro Pérez Rosado, 2012), otra película procedente del festival de Málaga y que narra el regreso de una joven de origen saharaui a su pueblo para asistir al entierro de su madre. Allí tendrá que cumplir su última voluntad, que es encargarse de su hermana y continuar su vida en la Wilaya. También se estrena Clara no es nombre de mujer (Pepe Carbajo, 2011), una comedia motera ambientada en Cuba y protagonizada por Jorge Sanz y Jorge Perugorría. Y finalmente tenemos (también procedente de la sección oficial de Málaga) El sexo de los ángeles (Xavier Villaverde, 2011), un drama romántico sobre amor, sexo e infidelidad protagonizado por el triángulo formado por Astrid Bergès-Frisbey, Álvaro Cervantes y Llorenç González.
Parece mentira, pero ha pasado más de una década desde la primera American Pie (1999), aquella película gamberra que resucitó el género de comedias de adolescentes pasados de hormonas que tanto ha influido (para bien o para mal) en los títulos posteriores. Aquel film tenía una frescura que se fue perdiendo poco a poco en las consiguientes secuelas, y que intenta recuperar ahora en este reencuentro que más bien interesa sólo a los fans más acérrimos. Los entonces púberes son ahora adultos, y aunque algunos como Jim (Jason Biggs) y Michelle (Alyson Hannigan) han sentado la cabeza y están felizmente casados y con un bebé, otros como el incorregible Stifler (Seann William Scott) siguen sin superar ese complejo de Peter Pan, sólo que con treinta años resulta algo más penoso que con diecisiete. Dirigen la función Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg (Dos colgaos muy fumaos: Fuga de Guantánamo).
El hombre sin pasado (Ajeossi, 2010)
El cine coreano es especialista en elaborar thrillers policíacos con un resultado sobresaliente. Véase si no ejemplos como The Yellow Sea (Na Hong-jin, 2010), I saw the Devil (Kim Jee-woon, 2010) o The Chaser (Na Hong-jin, 2008), todos ellos herederos de las magistrales Old Boy (Park Chan-wook, 2003) y Memories of Murder (Bong Joon-ho, 2003). El hombre sin pasado (Lee Jeong-beom, 2010) retoma los clichés del género (un ex-policía solitario y atormentado, el sórdido mundo de la mafia y el tráfico de drogas, una niña inocente que proteger) y configura una película hipnótica y de estilizada violencia, donde no hay apenas momentos para el respiro o la complacencia.
Les Lyonnais (2011)
Olivier Marchal es un director francés que a lo largo de su aún breve filmografía ha explorado el género del thriller policíaco y gangsteril, lo que en el país vecino lleva la etiqueta de polar. Con Les Lyonnais la crítica coincide en que Marchal ha hecho su mejor película, un retrato redondo de las andanzas de una banda criminal en los años 70, cuyo relato discurre en paralelo al momento actual, en el que el cabecilla de la banda (Gérard Lanvin), ya retirado, se plantea sacar de la cárcel (con el riesgo para su familia que ello conlleva) a su antiguo compañero (Tchéky Karyo), detenido tras años escapando de la justicia. El film dibuja de forma fría y árida el mundo del crimen y las relaciones familiares y de amistad, en un tono que hará las delicias de los amantes del género.
Los diarios del ron (The Rum Diary, 2011)
Como ya hiciera en Miedo y asco en Las Vegas (Terry Gilliam, 1998), Johnny Depp se vuelve a poner en la piel del peculiar periodista y escritor Hunter S. Thompson en Los diarios del ron (Bruce Robinson, 2011). Esta vez la película viaja a los primeros pasos de Thompson (bajo el trasunto de Paul Kemp) como periodista, en un diario de Puerto Rico en los años 50. Allí vive una serie de peculiares aventuras acompañado de unos personajes a cada cual más estrambótico. Psicodelia, sexo, drogas y alcohol, mucho alcohol en este film que retoma el imaginario de uno de los escritores más personales de la literatura del siglo XX y en el que destacan secundarios como Aaron Eckhart o Giovanni Ribisi.
Safe (2012)
Vistas las promos en televisión, resulta inevitable imaginar esta Safe (Boaz Yakin, 2012) como una secuela más de la saga Transporter. En la película que nos ocupa tenemos a un Jason Statham con impecable traje negro y la misión de proteger a alguien de una incontable horda de enemigos a los que derrotar de las formas más variopintas y espectaculares. En esta ocasión, la protegida es una niña pequeña de origen asiático con unas facultades mentales prodigiosas, y que ha memorizado un código que persiguen las triadas chinas, la mafia rusa y hasta la policía de New York. Así que Jason Statham se las tiene que ver con todos para proteger a la niña y evitar que el código caiga en malas manos. Así de fácil y así de complicado a la vez.
Y ADEMÁS...
Completamos el repaso a la taquilla de esta semana con tres estrenos españoles. En primer lugar tenemos Wilaya (Pedro Pérez Rosado, 2012), otra película procedente del festival de Málaga y que narra el regreso de una joven de origen saharaui a su pueblo para asistir al entierro de su madre. Allí tendrá que cumplir su última voluntad, que es encargarse de su hermana y continuar su vida en la Wilaya. También se estrena Clara no es nombre de mujer (Pepe Carbajo, 2011), una comedia motera ambientada en Cuba y protagonizada por Jorge Sanz y Jorge Perugorría. Y finalmente tenemos (también procedente de la sección oficial de Málaga) El sexo de los ángeles (Xavier Villaverde, 2011), un drama romántico sobre amor, sexo e infidelidad protagonizado por el triángulo formado por Astrid Bergès-Frisbey, Álvaro Cervantes y Llorenç González.
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